miércoles, 9 de abril de 2014

La riqueza económica y su utilidad


El dinero no hace la felicidad, pero es un factor predisponente a soluciones realmente importantes: tener un pene atractivo, representado por la riqueza económica o, en el caso de la mujer, tener un cuerpo deseable.

Porque los humanos somos animales altamente sociales, gregarios, dependientes en grado extremo de integrar algún tipo de agrupación (familia, nación, gremio), instintivamente establecemos lazos, vínculos, relaciones interpersonales.

Como individuos necesitamos sentirnos diferentes porque la columna vertebral de nuestra psiquis es la identidad.

Para que yo me sienta integrante de la sociedad y a la vez me sienta individuo, tengo que saber que los demás no tienen mi mismo número de documento de identidad y que me diferencio por otros motivos.

A nivel muy básico, podríamos decir que a los varones nos interesa tener un pene que llame mucho la atención a personas de ambos sexos (no me pregunte por qué es así, solo digo que es así) y las mujeres necesitan sentirse deseadas, amadas, queridas, miradas, también por personas de ambos sexos.

La situación es mucho más compleja que esto que acabo de exponer; solo hago un bosquejo porque el tema de este artículo es otro.

La posesión de dinero es un reemplazante del pene largo porque existe autorización para exhibir riqueza pero no los genitales. Además, es posible generar riqueza pero no es posible mejorar el largo del pene.

Por su parte, las mujeres, para sentirse deseadas, quizá también puedan hacerlo con algo relacionado con el dinero, ya sea teniendo un esposo o un padre ricos o teniendo una profesión que les provea ingresos importantes. También puede mejorar su belleza física invirtiendo dinero en tratamientos estéticos.

Por lo tanto, el dinero no hace la felicidad, pero es un factor predisponente a soluciones realmente importantes, tales como tener un pene atractivo, representado por la riqueza económica o, en el caso de la mujer, tener un cuerpo deseable, realzado por la inversión económica en tratamientos estéticos.

Con ambos rasgos, (genital-económico y corporal), creemos asegurarnos la aceptación social, a la vez que la identidad queda reforzada por características individuales, atractivas, deseadas, valoradas.

(Este es el Artículo Nº 2.173)


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