martes, 8 de abril de 2014

Te odio porque me quieres


A tal punto estamos confundidos con el amor, que no falta quien reclame el mismo amor que cree dar. En estos casos extremos, podríamos pensar que el amante es alguien que no da amor sino que solo lo presta para que después se lo devuelvan.

Cuando alguien está requerido se entiende que si se lo encuentra, algo importante habrá de reclamársele. Por ejemplo, cuando está requerido por la policía es porque se sospecha de él y se solicita tu comparecencia para aclarar, averiguar, indagar, investigar, procesar, reclamar, exigir. No se dice que alguien está requerido para que cobre una herencia, o para entregarle un regalo o para premiarlo.

Dependiendo del estado de ánimo de cada uno, alguien puede reaccionar defensivamente cuando le decimos te quiero; puede reaccionar con más paranoia si le decimos te quiero mucho y quizá se sienta aun más perseguido si le insinuamos algo tan confuso como TQM.

Estos comentarios intentan explicar algunos casos en los que el amor entregado es devuelto en forma de rechazo.

A la vez de sentirnos defraudados también podemos empezar a entender que, en general, nuestros sentimientos no siempre producen una reacción en espejo. A veces son justificadamente contraproducentes. El amor no siempre es rentable. Quienes pregonen el amor irrestricto no saben de qué están hablando.

En un mundo ideal, es decir, absolutamente inexistente, la gente ama tiernamente y es correspondida. En el mundo real, es decir, absolutamente existente, la gente que ama puede recibir amor, odio o indiferencia. Dependerá de su suerte, o sea, de cómo esté el destinatario de dicho sentimiento.

A tal punto estamos confundidos con el amor, que no falta quien reclame el mismo amor que cree dar. En estos casos extremos, podríamos pensar que el amante es alguien que no da amor sino que solo lo presta para que después se lo devuelvan.

(Este es el Artículo Nº 2.191)


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