domingo, 15 de noviembre de 2009

La madre tierra

Hace miles de años no existían las ciudades. Todos los seres humanos vivían en los campos, ya sea en forma estable (sedentarios) o ambulante (nómades).

En algún momento nuestros antepasados decidieron juntarse y prefirieron destinar algunos terrenos para la construcción de calles, plazas, iglesias, mercados.

Para ello tuvieron que quitarle a esas parcelas su disposición para producir alimentos vegetales o para la cría de animales de consumo.

A partir de este momento los alimentos dejaron de estar al alcance de todos y surgieron los intermediarios. Algunos ciudadanos (habitantes de una ciudad) los traían de las tierras productivas y poco habitadas para venderlos en las tierras improductivas y muy habitadas (las ciudades).

La construcción de la ciudad hizo necesario el trueque primero y el dinero después.

Cuando un ser humano vive en el campo, puede alimentarse de lo que encuentra porque vive en un terreno productivo que puede alimentarlo casi como una madre.

Cuando un ser humano vive en la ciudad, puede alimentarse sólo de lo que otros desechan (basura) porque vive en un terreno estéril que no puede alimentarlo.

La otra opción que tiene es trabajar y ganar dinero para comprarle alimentos a quienes los importan de las tierras fértiles y maternales.

Sin embargo, no todos pueden trabajar, ya sea porque son niños o adolescentes, enfermos, discapacitados o ancianos.

Los que por algún motivo no pueden trabajar dependen de la buena voluntad de otros que sí pueden trabajar y ganar más dinero del que necesitan.

No es un rasgo de los seres vivos en general repartir sus posesiones y por eso los humanos que preferimos vivir en ciudades tenemos que obligarnos por la fuerza a que se atiendan las necesidades de los que no pueden ni trabajar ni vivir en los campos.

Este collar de hechos que acabo de redactar explica porqué en las ciudades tenemos más diferencias socio-económicas y violencia.

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13 comentarios:

Hugo Castro dijo...

Esta es una cronología de largos pasos con la cual en principio estaría de acuerdo.

Como nunca lo pensamos así, quizá muchos no sepamos al final si aceptarla u olvidarla.

Amelie dijo...

Estás un poco apocalíptico Fernandito...

Amanda dijo...

Además hay más violencia en las ciudades porque hay más gente.

Mª Eugenia dijo...

¿y no daba el espacio para que las ciudades fueran horizontales y que cada cual cultivara y criara animales en su parcela?

Eusebio dijo...

En la medida que las necesidades del ser humano se fueron diversificando, se fue haciendo necesario que hubiera grupos especializados en hacer otras cosas, además de cazar, pescar, recolectar, cultivar, criar animales.

Hugo dijo...

Los impuestos los pagamos todos, así que no son sólo los que ganan más dinero del que necesitan los que sostienen a enfermos, ancianos, etc.

Martina dijo...

Creo que ud está planteando que la solidaridad obligada genera violencia.

Filisbino dijo...

En el campo hay enormes diferencias económicas entre peones y estancieros.

Facundo Negri dijo...

Lo que hace fértil a la madre tierra es la muerte de los seres vivos.

una admiradora dijo...

Quiero tener un collar de hechos virtuales que me permitan conocerte mejor.

Ingrid dijo...

De alguna manera los animales repartimos nuestras posesiones. Por ej: los leones comen primero y luego le dejan el resto a las leonas. Cuando no había agua corriente para bañarse, en muchos lugares se acostumbraba que primero se bañara el jefe de la familia y después todos los demás.
Una manera de compartir poco simpática, pero repartición al fin.

Alejandra dijo...

Los humanos gastamos tiempo y dinero en atender a nuestros enfermos. Los otros animales los abandonan y los dejan morir. (puede que no en todas las especies, no sé)

Beatriz dijo...

o sea que la violencia está causada por un tema locativo, arquitectónico, estructural.