domingo, 22 de noviembre de 2009

Trovador traidor

En algunos artículos anteriores (1) ya he mencionado que la pobreza puede ser autoimpuesta por razones filosóficas que en última instancia mejoran el bienestar anímico de quienes la practican.

El vocablo “indigencia” significa la falta de alimentos, abrigo y demás elementos necesarios para vivir dignamente.

El vocablo “pobreza” significa la escasez de alimentos, abrigo y demás elementos necesarios para vivir dignamente.

Algunos gobiernos han impuesto a sus pueblos la pobreza por la fuerza para poder realizar obras que principalmente sirven para la glorificación de esos gobernantes.

Esos gobiernos han procurado dejar a la mayoría fuera de la indigencia pero sometidos a la pobreza extrema. Para neutralizar la natural oposición a ese régimen explotador, utilizaron procedimientos policíacos, represivos, violentos.

Todo esto también puede lograrse —aunque con resultados menos espectaculares a los que hoy observamos en China— mediante el arte.

En todos los pueblos existen poetas, escritores o cantantes que se especializan en glorificar a las víctimas de la explotación, acusando con severidad y audacia a los ricos, explotadores y malos gobernantes.

Quien los lee o escucha, puede pensar que esos artistas corren un grave riesgo al realizar esas denuncias contra personas poderosas, crueles, inescrupulosas, vengativas, violentas.

Sin embargo, estos artistas no son más que traidores infiltrados que logran aplacar la furia que despierta la explotación, apelando a engordar el ego de los explotados aunque sigan adelgazando sus cuerpos por la escasez de recursos.

No es tan riesgoso acusar a los ricos mientras éstos sepan que así conservarán sus privilegios.

De todos modos, esta teatralización necesita presentar algún acto represivo contra estos artistas populares, para que se mantenga la creencia de que realmente es efectiva su prédica contra los poderosos.

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(1) Pobreza: ¿mérito o padecimiento? , La arrogancia de los espirituales

14 comentarios:

Agustina dijo...

Eduardo Galeano favorece que haya ricos y pobres. Lo descubrí hace tiempo.

Patty dijo...

Es cierto, disfruto cuando alguien acusa con más habilidad que yo a quienes yo creo que son los culpables de mis privaciones. Esa me termina pareciendo una venganza suficiente para recobrar el ánimo pero sigo como estaba.

Stefani dijo...

Está bien lo que dices, pero en realidad no es más que el famoso pan y circo.

Rayito dijo...

Supongo que no estará pensando eso de Joan Manuel Serrat que lo adoro?

Morgana dijo...

Estoy en duda... no sé si su artículo responde a un punto de vista original o cínico.

Lautaro dijo...

Digamos entonces que José Martí era un "traidor infiltrado". Suena muy fuerte.

Mª Eugenia dijo...

¿Y qué sería mejor? ¿Hacerse los distraídos con los malos?

el oriental dijo...

Si este tipo de artistas que ud describe no son peligrosos, por qué mataron a Victor Jara y exiliaron a Zitarrosa, Los Olimareños, El Sabalero, Numa Moraes, etc.

Filisbino dijo...

Las denuncias de esos artistas son generadoras de opinión; promueven la discusión y la toma de postura ante los hechos sociales que nos competen a todos.

Sandra39 dijo...

Si ud admite que los ricos son privilegiados ¿no le parecen injustos los privilegios?

Tiago dijo...

No sé si aplacan la furia o en realidad enfervorizan.

Olga dijo...

Se puede ser pobre y vivir dignamente.

Roberto dijo...

Según su razonamiento, estos artistas también engordarían el ego de los explotadores, porque los harían sentir muy poderosos.

Adela dijo...

Concuerdo en que fomentar el lugar de víctima no sirve para nada. Lo que sí sirve es ayudar a que se tome conciencia de los derechos que tenemos todos.