En la película norteamericana Una propuesta indecente, el director Adrian Lyne repite la receta que le dio ganancias con Nueve semanas y media, Atracción fatal y Lolita: amor y sexo en situaciones que despierten algún debate moral.
En este caso el actor Robert Redford (imagen) interpreta a un hombre poseedor de una gran fortuna que le ofrece un millón de dólares a un matrimonio con dificultades económicas a cambio de tener una noche íntima con la esposa (interpretada por Demi Moore).
Los espectadores quedamos atrapados en un conflicto moral porque es sabido que el 90% de las mujeres habrían tenido ganas de acostarse aunque fuera una vez con ese actor y el 90% de los hombres nos habríamos sentidos en una encrucijada al ver el indisimulado entusiasmo de nuestra esposa ante semejante oferta.
Es interesante observar de qué forma pueden darse situaciones complicadas, aún sin que aparezca un galán a causarnos problemas amorosos.
La salud económica se parece bastante a la salud orgánica. Si estamos propensos a enfermarnos por exceso de estrés, cansancio o mala alimentación, es muy probable que algún microorganismo que nos habita sin molestar, se envalentone y comience a reproducirse hasta enfermarnos.
De manera similar, ese matrimonio de ficción cursaba un período de vulnerabilidad económica y fue entonces cuando apareció este simpático virus (Robert Redford) para contaminarlos.
Todos los sistemas de crédito ocupan un lugar importante en el menú de soluciones al que podemos recurrir inteligentemente, pero también pueden funcionar para esclavizarnos, apoderándose de muchas horas laborales de nuestra vida.
El uso desacertado del crédito nos somete a una especie de esclavitud porque tenemos que trabajar muchas horas para abonarle los intereses que legítimamente nos cobra.
El marketing del sistema financiero incluye la posibilidad de presentarse en forma tan seductora y oportuna como lo hizo Robert Redford en Una propuesta indecente.
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14 comentarios:
No hace mucho entendí que recibir dinero prestado me empobrece.
Muy buena analogia.
Una causa de la pobreza es la mente facilista que tienen los pobres.
Son niños grandes.
Le digo al Croata que no se puede generalizar y decir que "los pobres" tienen una mente facilista. Menos aún los niños pobres, que en un montón de aspectos son mucho más maduros que los niños que gozan de bienestar económico.
Sí el crédito es tentador pero nos puede acarrear un montón de problemas, como le pasó a la pareja protagonista de la película que tú citas.
El trabajo es salud, y el crédito te abre las puertas del confort.
Nomás las promotoras están que se parten.
Somos esclavas de tantas cosas, que ser esclavas del crédito es sólo agregar una perla más.
Para la enorme mayoría de la gente acceder a la vivienda o a comprar un auto, sólo es posible mediante el crédito.
Eusebio querido, el Licenciado ya aclaró que el crédito puede ser una solución inteligente (cómo cuesta leer con atención).
Lo que es a mí, un hombre que aparece de la nada, podrá ser muy bonito pero para que me resulte atractivo(sexualmente)tengo que conocerlo un poco más.
Tengo miedo de cansar a mi mujer y que entonces se envalentone y empiece a reproducirse hasta enfermarme.
Si la pareja que estaba mal económicamente hubiese sido swinger ¡se habrían hecho ricos con una felicidad extrema!
El virus que se apareció para contaminarme fue el del soborno. Todavía estoy luchando contra él... solo, completamente solo.
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