sábado, 15 de octubre de 2011

La enfermedad que nos alivia

Cuando nuestra mente construye historias terroríficas a partir de datos imaginarios, la vida se convierte en un tormento insoportable. En estos casos, buscar certezas puede ser una actitud desesperada que no repara en costos. Por eso la aversión a la duda y a los riesgos, puede ser causa de enfermedad y el consiguiente empobrecimiento.

La convicción nos genera un gran alivio, inclusive cuando el yerro y las consecuencias materiales de esa convicción sean notoriamente perjudiciales.

Para no pensar en todo lo que nos puede pasar, para eludir la mortificación que nos provoca la inseguridad, la duda, el no saber si estamos próximos a sufrir, usamos algunas técnicas:

— Quienes adhieren al «pensamiento único», se oponen a la libertad de expresión y sólo admiten un partido político, una sola religión, una sola opinión. Es la anulación total de la libertad, de la diversidad, de la tolerancia;

— Una «idea fija» es una patología psíquica muy severa que padecen pocas personas aunque en muchos casos diagnosticamos «artesanalmente» esa característica en quienes sólo piensan en una sola cosa (el sexo, la corrupción, la envidia);

— La obsesión tiene semejanzas con la idea «idea fija» pues el obsesivo pierde la capacidad de modificar su conducta para adaptarse mejor a las circunstancias cambiantes. No es temerario suponer que la obsesión (como los ya mencionados), tiene como estímulo privilegiado el control de la mortificante incertidumbre;

— Desde mi punto de vista, podemos padecer cualquier enfermedad, padecimiento o accidente para «ayudar» a nuestra mente a que se fije, concentre, focalice en recuperar la salud, aunque el motivo desencadenante haya sido el apartamiento de la incertidumbre. Una fuerte preocupación «encarcela» el pensamiento cuando su libertad es fuente de dolor.

En suma: Los diferentes procedimientos para eludir la incertidumbre, siempre limitan la potencialidad productiva y por eso son causa probable de empobrecimiento.

Nota: La imagen es un autorretrato de la pintora mexicana Frida Kahlo (1907-1954), titulado «La columna rota».

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8 comentarios:

Alicia dijo...

La vida de una persona puede girar en torno a una adicción, a una patología, un delirio, una secta religiosa, otra persona, etc. Tal como ud dice, en esos casos la vida se empobrece, se limitan enormemente las posibilidades de crecer y se distorsiona la visión de la realidad.

Luján dijo...

No se si siento aversión a la duda y los riesgos, o si mi única aversión es el miedo de sufrir. Porque hay sufrimientos de los que no se tiene escapatoria.

Hugo dijo...

La convicción de que todo va a estar bien, o de que si está mal se está cumpliendo la voluntad de dios, hace que las personas con esas creencias vivan con más serenidad y aceptamiento de la realidad.

Tiago dijo...

Para no pensar en todo lo que nos puede pasar, se puede tomar una postura radical: no pensar.

el poeta dijo...

Una fuerte preocupación
me encarcela...
En qué carcel
está mi gacela?
Mujer ocupada
en perversas labores,
es que te han apresado
policías malechores?
Avatares cruentos
disputas y riñas
coronaron tu frente
de ciegas porfías.

Sigues libre mujer adorada?
Corres y te escondes
en lejanas colinas?
O en el último allanamiento
han divisado tu pura cocaína?

Mujer de pasiones firmes
envíame una palabra de aliento!
dame una señal de vida!
Lo mando al Cacho
con una misiva...
responde para mí,
no te hagas la viva!

Ernesto dijo...

Mi mente está fijada a un muro que dice: VENCEREMOS

Rodolfo dijo...

Si me cambian la circunstancia, cómo voy a saber a qué atenerme?!

Anónimo dijo...

Por suerte mi idea fija es hacer dinero.