Del uso del lenguaje depende que los cambios sociales y económicos ocurran o queden bloqueados por décadas.
Alguna vez he comentado sobre los «eufemismos» (1): esos vocablos que comienzan a utilizarse para sustituir otros antiguos y que por algún motivo han generado una connotación desagradable. Así tenemos el caso de «personas grandes» para sustituir a «personas ancianas», «hacer el amor» para sustituir a «copular», «películas condicionadas» para sustituir a «películas pornográficas».
La connotación desagradable de los antiguos vocablos que caen en desuso puede referirse a cuestiones de amor propio, a no querer reconocer que hubo un error.
Un manejo inteligente del lenguaje puede permitir que algo ocurra mientras que un uso torpe del lenguaje puede impedir un hecho.
Estas reflexiones están inspiradas por algunos usos idiomáticos que se hacen en Cuba para poder ir cambiando el modelo revolucionario hacia una economía que mejore el nivel de vida de la población.
Sería contraproducente que los líderes comunicaran un «cambio del modelo revolucionario» porque eso causaría la impresión de que estuvieron equivocados durante medio siglo.
Es más inteligente decir que la nación ingresa en una etapa de actualización del modelo económico.
Algo similar ocurre con el concepto de justicia. Si decimos la cruda realidad, no podemos evitar concluir que se trata lisa y llanamente de una venganza organizada, burocratizada, sistematizada por el Estado.
Para evitar este choque frontal contra la realidad, todos somos educados para creer que la justicia es un valor sublime, excelso, superior. Haciéndolo así, podemos mejorar la convivencia pues efectivamente tramitamos la venganza, aplicamos la Ley del Talión y nadie se siente atacado en su sensibilidad.
Volviendo al caso cubano, es mejor dulcificar paulatinamente la furia que hace medio siglo se desató contra los ricos a reconocer que esa furia no es más que una envidia inconfesada.
(1) Dios es [hacer el] amor
●●●
7 comentarios:
Con temor a equivocarme, coincido con ud en que la justicia no es más que venganza institucionalizada, producto de la evolución y el refinamiento de la Ley del Talión.
Esto cuando nos referimos a "hacer justicia". Pero la justicia no es lo mismo que hacer justicia, del mismo modo que el amor no es lo mismo que hacer el amor.
Me parece que el concepto de justicia está muy ligado al de igualdad, es decir, a un reparto equitativo de las cosas buenas que tiene la vida. Por ej: es injusto que convivan el hambre y la opulencia.
La furia contra los ricos es, para mí, más que justificada. Y es una muestra de vitalidad y esperanza en el futuro, revelarse en contra de los ricos que viven su vida tranquilamente, soslayando el dolor que pulula a su alrededor.
Si los cubanos dicen que están actualizando en modelo económico, están siendo muy confusos. En realidad lo que están haciendo es modificando el modelo económico porque no tienen otra alternativa. El socialismo nunca fue pensado para que se desarrollara en una isla. Funciona en la medida que sea adoptado por buena parte del planeta.
Por tanto no se trata de que estuvieran anticuados. El capitalismo es más antiguo que el socialismo.
Estoy de acuerdo con Gabriela y agrego que tampoco es exacto decir que los cubanos protagonizan un cambio del modelo revolucionario. Las revoluciones no duran 50 años. Las revoluciones son cambios bruscos y radicales de orientación. Después de la revolución, inmediatamente lo que vienen son procesos, que sí pueden desarrollarse a lo largo de extensos períodos de tiempo.
Qué curioso; ahora sale con todo esto? LOS CRÍMENES COMETIDOS DURANTE LA DICTADURA NO PRESCRIBEN. SON DELITOS DE LESA HUMANIDAD.
Hacer justicia es venganza? Quizás sí, pero vivimos en el tiempo en el que vivimos. Y mientras vaya a la cárcel un ratero, también tendrá que ir a la cárcel un asesino.
Los cambios en el lenguaje son el reflejo de los cambios en las ideas, en el pensamiento, los valores, los conceptos sobre los que se planta una sociedad.
Los cambios no se van a producir porque cambiemos el lenguaje artificialmente. Por el contrario, si el lenguaje cambia, es porque la cabeza de las mayorías (o al menos, de la mayoría dominante) ya cambió.
Los cambios en el lenguaje son el reflejo de los cambios en las ideas, en el pensamiento, los valores, los conceptos sobre los que se planta una sociedad.
Los cambios no se van a producir porque cambiemos el lenguaje artificialmente. Por el contrario, si el lenguaje cambia, es porque la cabeza de las mayorías (o al menos, de la mayoría dominante) ya cambió.
Publicar un comentario