sábado, 22 de octubre de 2011

La escasez como fuente de vida

El sentido común asegura que la saciedad es el estado ideal, pero el sentido común se equivoca: algunas personas prefieren (funcionan mejor con) la carencia o la escasez.

La necesidad puede ser un hueco o un tapón que tapa ese hueco.

Me explico:

Lo que mueve la vida son las necesidades y los deseos.

Las necesidades son esas carencias de elementos vitales sin los cuales no hay vida (aire, alimento, agua, evacuación de residuos alimenticios, descanso).

Los deseos también son carencias pero cuya satisfacción es menos urgente, perentoria, imprescindible que las necesidades. Son deseos: escuchar música, investigar, compartir, abrazar.

Volviendo a la primera oración, la necesidad es un hueco cuando se expresa naturalmente, cuando nos obliga a llenarlo para resolver la urgencia, aunque sabemos que tarde o temprano se repetirá la historia: comemos, damos por satisfecho el hambre, pero en unas pocas horas la sentiremos de nuevo.

Volviendo a la primera oración, la necesidad es un tapón que tapa el hueco cuando por algún motivo alguien necesita la necesidad, es decir que la persona con esta característica busca la ansiedad de la carencia, se moviliza para sentir hambre, cansancio, privaciones.

Lo digo de otro modo: las necesidades y los deseos son estímulos naturales para que se produzca el fenómeno vida (1), son la «zanahoria» que hace mover al ingenuo burro (2), son el atractivo que nos presenta el futuro para que avancemos hacia él, movidos, motorizados, dinamizados, empujados por ese hueco que nos genera malestar, del cual queremos salir (aliviarnos) con algo parecido a la mítica «zanahoria».

Para quienes ese atractivo futuro (la «zanahoria») es la necesidad, la carencia, el malestar por no tener, entonces se satisfacen saludablemente con la pobreza (no padecen pobreza patológica).

En suma: algunos se concentran en cancelar la carencia y otros se concentran en conservar la carencia.

(1) Los perjuicios de las donaciones

(2) Deseo besarte o practicar equitación

Comprar es sedante

Pobreza epidémica

●●●

14 comentarios:

Elbio dijo...

Es posible que mantener alguna necesidad insatisfecha, paradojalmente facilite el goce de la completud. En la carencia puede experimentarse la virtud; esto que parece tan extraño, posiblemente no lo sea tanto, porque ha sido cultivado por varias religiones.

Elbio dijo...

Es posible que mantener alguna necesidad insatisfecha, paradojalmente facilite el goce de la completud. En la carencia puede experimentarse la virtud; esto que parece tan extraño, posiblemente no lo sea tanto, porque ha sido cultivado por varias religiones.

Adriana dijo...

Quizás la anorexia sea una forma de conservar la carencia.

Filisbino dijo...

El padre del yermo, San Simón el Etilista, vivía en lo alto de una columna para alejarse de la tentación de las satisfacciones mundanas.
Algunas ramas del Cristianismo, del Budismo y del Islamismo, ven en la mortificación del cuerpo y en la reducción al mínimo de las necesidades fisiológicas, el camino de crecimiento del espíritu y la comunión con Dios. Esta corrientes se denominan ascéticas (pertenecientes al ascetismo).
Efectivamente, tiene milenios esta búsqueda humana de la completud a partir de la carencia.

Gabriela dijo...

Creo que la lógica que maneja el ascetismo reside en entender la virtud como la consecuencia del control de las necesidades y de las pasiones.
Efectivamente, si poseemos un alto nivel de control sobre nuestros actos, controlaremos el instinto y todas aquellas conductas que, por su irracionalidad, o por sus metas egoístas, puedan perjudicar al prójimo. Es una búsqueda del crecimiento humano a través de la evitación del daño y la concentración de la energía en el desarrollo de la espiritualidad, el pensamiento, la meditación, la filosofía... es decir, aquellas actividades que ponen en juego las adquisiciones más elaboradas, más sofisticadas, de los humanos.
Puede verse como un intento desesperado y conmovedor, de lograr la paz, la armonía. De evitar todo dolor que no sea controlable.

Ingrid dijo...

Conservar la carencia puede ser una forma de atrapar el dolor, cuando el dolor es el único sentimiento que nos permite tener certeza de nuestra propia existencia.

Laura dijo...

Respecto de lo que comenta Ingrid, es notorio el comportamiento que se observa en algunos adolescentes y en jóvenes, privados de libertad, que padecen adicciones o enfermedades mentales, que consiste en realizarse cortes en el cuerpo.
Esta conducta puede admitir varias interpretaciones; puede ser un autocastigo, un intento de distraer el dolor con otro dolor, de provocar sensaciones corporales fuertes (como decía Ingrid), de expresar sufrimiento, de pertenecer a un grupo (el que mantiene esta conducta), de pedir ayuda... En fin, todo un tema.

Andrés dijo...

Pienso que los ascetas no buscan sólo controlar las conductas que puedan hacer daño a otros, sino también, y quizás más aún, aquellas que podrían provocarles daño a ellos mismos. Esto último a un nivel inconsciente.

Oriente dijo...

Esquematizando podría decirse que el manejo de la carencia se dirige a la búsqueda de un control interior, mientras que la satisfacción de la necesidad, al control de lo que nos rodea.

Luis dijo...

Es notorio el énfasis que ponen los gobiernos en la satisfacción de las necesidades. No he escuchado q se promuevan crecimientos espirituales, crecimientos del humano en su capacidad para ser feliz y vivir en armonía. Probablemente se vean como equivalentes: es lo mismo satisfacer las necesidades de alimentación, salud y vivienda, que ir tras la búsqueda de una mayor completud.O sea: esa es una búsqueda personal, que no le compete a los gobiernos. Sin embargo este es un pensamiento occidental. Por lo poco que sé, y tocando de oído, en oriente los gobiernos se ocupan de manera más integral de las necesidades humanas. Que lo hagan bien o mal es otro asunto.

Gloria dijo...

Pensándolo bien, conservar la carencia ahorraría un montón de horrores: ya no tendrían sentido las guerras por el control del petróleo, la lucha de clases, los precios abusivos, el dumping, la publicidad... Incluso sería más fácil poder encontrar una forma de organización que prescinda del dinero.

la gordis dijo...

Mi hambre no es hambre, es un agujero abierto. Necesito ayuda.

Antonio dijo...

Es lógico pensar que si logramos sobrevivir en la carencia, estaremos más fuertes para soportar las dificultades. Sobre todo si esas dificultades nos asustan mucho.

Rocío dijo...

La necesidad es un hueco donde anidan esperanzas.