sábado, 29 de octubre de 2011

Dependemos de la injusticia distributiva

Las luchas sociales, económicas y políticas por eliminar la «injusticia distributiva», son necesaria, no para superar dicha injusticia sino porque necesitamos «luchar».

Cuando hablamos de «injusticia distributiva» sobreentendemos que nos estamos refiriendo a una supuesta causa de que existan ricos y pobres.

También estamos sobreentendiendo que existe una sola justicia según la cual todos deberían tener el mismo derecho a disfrutar de los bienes del planeta.

Dicho de otro modo: en este mes de octubre de 2011, según una agencia especializada de las Naciones Unidas (UNFPA), la población mundial es de 7.000 millones de personas. Por lo tanto, «justicia distributiva» podría llamarse al reparto de la riqueza planetaria entre esa cantidad de habitantes.

Como esto es impracticable podemos concluir que la «justicia distributiva» en términos matemáticos es imposible.

Si esta «justicia distributiva» es imposible podemos concluir que existe más de una forma de reparto con lo cual ingresamos en el terreno de lo opinable y donde el pensamiento único sería arbitrario.

Podemos estar seguros que existen agrupamientos de personas que se han puesto de acuerdo en darle una definición concreta al concepto «justicia distributiva» para luego trabajar (luchar) por alcanzarla.

Acá tenemos un dato interesante: si se han puesto de acuerdo en una definición y tienen que trabajar (luchar) para alcanzarla, es porque esa definición responde a algo que aún no tienen, que en todo caso tienen otros o que sólo está en el mundo de las ideas (fantasías, ideales, utopías).

Si aceptáramos que las personas necesitamos las necesidades y los deseos para poder vivir (1), entonces es posible pensar que las molestias causadas por la «injusticia distributiva» son necesarias y que el trabajo (lucha) para eliminarlas es el objetivo verdaderamente buscado.

En suma: los humanos necesitamos la disconformidad provocada por la «injusticia distributiva» para poder luchar y mantenernos vivos.

(1) La escasez como fuente de vida

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10 comentarios:

Sandra39 dijo...

A quién le sirve decir que "las 'molestias' causadas por la injusticia distributiva son necesarias"??? Enseguida le contesto: al que no la padece.

Amanda dijo...

Que necesitamos luchar es cierto, pero siempre vamos a tener motivos de lucha. No es necesario justificar lo injustificable.

Ingrid dijo...

Dependemos de lo que nos ha tocado en suerte. Viéndolo desde otro plano, también podemos decir que dependemos de nosotros mismos.
Y si dependemos del dolor, siempre lo vamos a tener a nuestro lado.

Ernesto dijo...

Si lo que necesitamos es la lucha, entonces es bueno que los bienes estén distribuídos de manera injusta. No tiene sentido buscar la erradicación de la pobreza patológica.

López dijo...

Para mantenerme vivo me alcanza con mis hijos.

Luis dijo...

El que está en condiciones de luchar no es el que está peor. Me entristecen los que quedan fuera de la lucha, porque ya antes han ido quedando afuera de todo.

Roque dijo...

Todo esto me lleva a pensar que en realidad uno se casa para trabajar en la remodelación del carácter.

Gastón dijo...

Siempre es imposible la justicia distributiva en términos matemáticos. No porque hablemos de 3 o de 7000 millones de personas, sino porque la justicia no pasa por la igualdad. Nos acercamos más cuando hablamos de igualdad de oportunidades, aunque ya sabemos que existen sectores que precisan oportunidades especiales. A un discapacitado visual no le sirve que haya igualdad de acceso a la educación.

Gabriela dijo...

Sabe una cosa... a menudo ud me cansa. Me agota enfrentarme siempre a los mismos pensamientos impermeables, las mismas justificaciones indignantes, la insensibilidad, la cerrazón.

Lucía dijo...

Ud piensa que no todos tienen los mismos derechos a disfrutar de los bienes del planeta? Dice que estamos sobreentendiendo eso. Estamos sobreentendiendo mal?