sábado, 28 de marzo de 2009

El dinero o la vida

Desde hace más de dos años estoy pensando sobre lo que defino como «pobreza patológica».

Hoy me cuestiono si la pobreza es de dinero o de vida.

El razonamiento es este: Para que nuestra vida siga funcionando, necesitamos el estímulo de las necesidades y el deseo. El hambre nos hace ir a buscar comida, el deseo sexual nos hace ir a buscar a otra persona, entablar un vínculo, seducirla y dejarnos seducir, el frío nos hace buscar una habitación y ropa.

Como la única misión de cada individuo es mantenerse vivo y reproducirse para mantener viva a la especie, parecería ser que es la insatisfacción que nos estimula la vida lo que efectivamente puede presentársenos en una dosis «patológica» (excesivamente alta o excesivamente baja).

Esto me lleva a pensar que una buena calidad de vida depende de contar con la insatisfacción adecuada.

Por lo tanto, es patológicamente pobre (de vida) tanto quien padece una insatisfacción excesiva como quien casi no cuenta con ella porque le son satisfechas (canceladas) todas las necesidades y deseos.

Si esta reflexión fuera correcta, tendríamos que la pobreza patológica no es de dinero sino de vitalidad y que los pobres patológicos podrían pertenecer a cualquier clase social.

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21 comentarios:

Berenice Argüello dijo...

Usted se cuestiona si es pobreza de vida o de dinero porque en el fondo la vida y el dinero tienen alguna raíz común.

Saludos a todos y a todas.

Rosa Rosales Rojo dijo...

Algún día tendré una familia y seré más feliz que ahora.

Beba Montaner dijo...

Cuando mamá me falla, me voy con el oso que nunca me falla y cuando tenemos que salir, también lo llevo por si mamá me falla fuera de casa.

Galatea dijo...

Se hace lo que se puede y lo que no se compra hecho. El dinero es el objeto transicional que remplaza a mamá cuando nos abandona absorta por el culebrón.

Diego 9 dijo...

Mi ídola Britney Spears no pudo soportar tanto éxito con una personalidad tan frágil. Lo mismo le pasó a Dieguito 10 Maradona que estuvo al borde de la muerte por la sobrecarga de no-frustración que recibió.

Buenas ideas lic. Te pasaste.

Chau

Gina la romana dijo...

Estoy con Beba: Cuando la gente empieza a mirarnos con extrañeza por lo del oso, ahí buscamos novio y si no encontramos novio, compramos un consolador. Siempre algo vamos a hacer ante la inoperancia maternal.

Zacarías Givogre dijo...

Qué ternura lo tuyo Gina. Tienes en la misma categoría un oso, un consolador y un novio. Qué bajo hemos caido contigo, nena!

Soraya dijo...

En mi casa hablaban de los "ricos pobres" pero era en un contexto religioso católico, ahora encuentro otra interpretación que liga mejor con mi ateísmo.

Malvina Castellar dijo...

Mi padre se volvió ensimismado cuando perdió el trabajo que más amaba. Ahora está refugiado en su mutismo, está triste y creo que enfermo. A la vida se le fue la mano con la insatisfacción que le propinó.

Eduardo Espino dijo...

Estamos asistiendo a un giro revolucionario en el cuerpo teórico que nos presenta el Licenciado ¡Atentos co-lectores, anotemos la fecha!

Cacho dijo...

La familia de la foto es menos creíble que la familia Ingalls!

Ramayo dijo...

O sea que a partir de ahora empezamos a hablar de pobreza espiritual en lugar de pobreza económica. El tema se pone más difícil.

Clarisa dijo...

Me falta vitalidad, pero lo mío es por un problema de tiroides.

Magalí dijo...

¿Qué es para ud una vida pobre? ¿La vida que empieza y termina agotándose en uno mismo? ¿O eso es la locura?

Blanca Raviolo dijo...

Cuesta imaginarse una persona a la que se le puedan cancelar todas las necesidades y deseos. Sin embargo ud debe de tener razón porque esto es lo que se relata en la vieja novela "Príncipe y mendigo". En esta novela dos muchachos de clases socio-económicas opuestas, intercambian roles para darle un nuevo sentido a sus vidas.

Claudio Rodríguez dijo...

La única misión de cada individuo es mantenerse vivo y reproducir la especie?? Entonces qué nos diferencia del resto de los mamíferos?

Mª Eugenia dijo...

¿Los depresivos son todos pobres patológicos?

la timbera dijo...

Diosito querido! Juro que aunque gane el 5 de oro mantendré un grado de insatisfacción adecuado!

Ricardo Bueno dijo...

La raíz común entre la vida y el dinero, Berenice, es que ambos se terminan.

Aceptación Lamarque dijo...

La dosis patológica de frustración varía de una persona a otra. Mi novia sigue en el nivel cero.

Ignacio L dijo...

Por supuesto! Es así.
Todo se basa en un equilibrio. Si el mismo se rompe ya se genera una carencia.

Como dice el dicho: "era tan pobre que lo único que tenía era dinero (en lugar de dinero y amigos)"