martes, 3 de marzo de 2009

La naturaleza es hermosa pero antipática

Una vez terminado el período de gestación (9 meses y más exactamente 40 semanas), se termina la etapa en la que tenemos todo solucionado y comienza el penoso período en el que padecemos necesidades (hambre, sueño, evacuación, conservación de la temperatura corporal, etc.).

Sólo hay dos manera de terminar con las agresivas necesidades: satisfaciéndolas o muriéndonos.

Las dos soluciones son bastante agresivas porque prácticamente se reducen a una sola (satisfacerlas) pues la otra (morirnos) es impensable.

Estas son las reglas de juego básicas con las que entramos a la vida y que se conservan hasta el último día en que la propia naturaleza se encarga de solucionarnos definitivamente el problema de las necesidades matándonos.

¿Por qué los niños no deben trabajar? Porque el régimen de estrés que demanda cumplir una tarea remunerada no sería soportada por una personalidad tan poco desarrollada.

Ellos adquieren la resistencia a lo largo de muchos años de experiencia, práctica y entrenamiento, en los juegos con otros niños, en el sistema educativo donde año a año se establece un gradualismo saludable en las exigencias y en su hogar donde se le van asignando roles progresivamente más complejos (y que ellos asumen total o parcialmente).

En suma: La vida se nos presenta como muy agresiva, es amenazante, cruel, drástica, despiadada, pero puede ser vivida satisfactoriamente siempre y cuando hayamos podido desarrollar una personalidad que la resista.

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23 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué planteo tan original sobre las necesidad y cómo satisfacerlas!
Muy novedoso.

Anónimo dijo...

y yo que tengo la paranoia de que los gobernantes tratan de convertirnos en tarados blanditos sin personalidad?

Anónimo dijo...

Me pa que el doc puso al tigre para que nos asustemos como con el cuco.

Anónimo dijo...

La madre naturaleza nos deja jugar hasta que estemos cansados y tengamos que volver para dormir, o sea, nos deja vivir hasta que estemos fundidos y tengamos que volver a la tierra para morir.

Que redondita me salió la comparación!

Anónimo dijo...

No señor: los niños no deben trabajar xq hacen cualquier cagada. y mire que sé de eso. Tengo dos inútiles de raza.

Anónimo dijo...

Alguna vez he pensado en suicidarme, pero no lo pensé porque quisiera terminar con mi necesitar. Eran otras mis motivaciones.

Anónimo dijo...

El mundo espiritual está en las antípodas de la agresividad de la naturaleza bruta. En el mundo espiritual todo es paz, armonía, pulcritud, vida.

Anónimo dijo...

Toda mi vida está en los comics, novelas, poesía, cine. La naturaleza tiene a sus cultores que me parecen tan impiadosos como ella misma. La vida sólo puede ser vivida en un mundo paralelo.La realidad es una ficción.

Anónimo dijo...

Los seres humanos somos parte de la naturaleza y ésta es tan cruel que lucha contra sí misma. Los destrozos que estamos haciéndole, no me alarman ni me escandalizan, pero siendo que formamos parte de ella, la veo como auto-agresiva.

Anónimo dijo...

La única manera de tener una vida natural y sin correr riesgos, es enterándose de ella através de Discovery y National Geographics.

Anónimo dijo...

Mi personalidad no resiste a la realidad y no pienso cambiar porque estoy seguro de que esto debe ser así. La dureza de espíritu tiene más inconvenientes que ventajas. Quienes se golpean el pecho exaltando su realismo no dejan de ser personas insensibles, brutas.

Anónimo dijo...

Nunca hubiera representado a la agresividad de la naturaleza con un tigre, pero está bien, puede ser. Ahora que lo veo, concuerdo en que es acertado.

Anónimo dijo...

Creo que no pude desarrollar una personalidad fuerte porque el miedo ha sido una constante en mi vida (salvo algunos momentos alocados que supe tener y de los que no me arrepiento)

Anónimo dijo...

Nunca pude resistir la crueldad infantil. Yo también la tuve. Es descarnada. La mala noticia es que no desaparece con los años, sino que se disfraza y utiliza los ropajes del egoísmo.

Anónimo dijo...

Algo tan cotidiano y natural como la evacuación puede convertirse en un verdadero problema. Puede pasar que evacúes antes de tiempo y pases la vergüenza del siglo, que demores demasiado y termines sometiéndote a manipulaciones cruentas y puede pasar que busques con necesidad urgente y genuina un baño público y te digan a cara de perro " es de uso exclusivo de los clientes"

Anónimo dijo...

No me gustan las imposiciones. No me gusta que se me impongan las necesidades. Si es necesario me dejaré morir tapándome la nariz y la boca.

Anónimo dijo...

Mire que a mí se me ocurren un montón de tareítas simples y tranquilas que los pibitos podrían hacer para adquirir experiencia.
Después nos quejamos de los bagos pero no creamos hábitos de trabajo. Además es una buena forma de que aprendan lo que cuesta ganarse el dinero. Seguro que ahí se les acaban las pavadas de comprame esto y comprame aquello.

Anónimo dijo...

De acuerdo con Ramón. La vida se nos presenta como agresiva porque lo primero que aprendemos es a jugar y nos pasamos jugando los primeros años de nuestra vida. Entonces, cuando de buenas a primeras se da vuelta la tortilla, nadie entiende nada. Por eso es fundamental la escuela obligatoria desde los 4 años y las tareas domiciliarias. El papel del nosotros los padres, es ayudarlos a que encuentren placer en el trabajo escolar. El papel de los maestros es renunciar en masa y que vengan otros que tengan ideas razonables.

Anónimo dijo...

Algunas cosas de la naturaleza son hermosas. Hay otras que son horribles, como la descomposición de los cuerpos. Bien que podríamos morir y desaparecer convertidos en una nube de humo azul, como esas que se mandan en los conciertos de rock.

Anónimo dijo...

Paty tiene razón, además las evacuaciones podrían ser discretos efluvios con perfume a madreselva.

Anónimo dijo...

Para conservar la temperatura corporal, nada más hermoso que mi hermosa osa.

Anónimo dijo...

¡Y POR QUÉ LA VIDA TIENE QUE SER RESISTIR! ¡ESA ES LA HERMOSA OFERTA DE LA NATURALEZA!

Anónimo dijo...

Al Lic. le gusta exagerar. Se olvida que para muchos la vida es hacer la plancha, y qué bien les va.