En un artículo publicado ayer con el título ¡Hola bombón! les comentaba que existe en nuestro pensamiento profundo una especie de proverbio que podría decir «somos lo que comemos».
Según mis propias reflexiones, la moda de comer vegetales podría estar alentada por la creencia de que bajará nuestro estrés en tanto es claro que las plantas nunca están nerviosas, ni alteradas, ni son agresivas.
Por su parte, al capitalismo le resulta muy provechoso que esas personas que «hacen lo que le dicen» mediante la publicidad (ciudadanos respetuosos, sumisos), logra que baje la actitud competitiva, facilitándose así los resultados de su afán de lucro.
Estos ciudadanos obtienen el beneficio de sentirse aliviados del estrés (porque se supone que deberían comportarse como plantas), se sienten en armonía con la naturaleza (del reino vegetal), se conforman con lo que reciben ya que la principal característica de estos seres vivos (sigo refiriéndome a los vegetales), es la de no ir a buscar el alimento sino esperar que éste les llegue.
Tan cómoda es la vida vegetal que hasta no necesitan hacer un esfuerzo para reproducirse porque delegan la tarea de polinizarse en el viento, en las aves e insectos voladores.
La dieta vegetariana vino para quedarse entre quienes tienen vocación de planta y alientan la creencia inconsciente de que «somos lo que comemos».
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25 comentarios:
Abandoné los cárnicos hace 6 años y me siento mucho mejor. No es una sugestión, es una realidad. Lo que digan los psicoanalistas corre por cuenta de ustedes.
Esta visión de nuestra subjetividad me resulta increíble, pero yo sabía sobre todo lo que acá se dice y nunca lo tuve en cuenta para hacer un análisis parecido al suyo. Muy bueno. Lo recomendaré.
Del reino animal sólo admito huevos y leches (y sus derivados: queso, manteca). Siento algo moral hacia la muerte de los animales, incluido el pescado que parece no ser considerado por algunas religiones cristianas.
Yo tengo un hijo que se volvió vegetariano en una viaje místico que hizo algunos años y que considero como que se me enfermó de algo mental. La novia es como él y forman un grupito que se aísla y tienen algunas extravagancias que me preocupan. Para mí que se trata de un trastorno de la alimentación como si fuera anorexia o bulimia.
Soy vegetariana y estoy tratando de progresar en esto, para poder prescindir primero de los refinados y luego de la cocción. No me gusta la interpretación que hace de nuestra filosofía de vida. Creo que se equivoca feo. Hay otras cosas que usted no sabe o no tiene en cuenta.Las simplificación siempre son injustas.
Me parece que es bastante claro que los seres humanos somos homnívoros, o sea, que comemos de todo. Los que comen sólo de una parte y no de las demás, padecen una tipo de anorexia. No soy técnico pero tengo 6 hijos crecidos y puedo observar las cosas que pasan por sus mentes.
Yo no sé bien que soy pero lo cierto es que desde hace unos meses me ha dado por comer menos carne que antes. No sé, no me llama la atención como antes. No creo que esto sea ser vegetariano.
Es muy interesante esa tesis sobre que el ser humano come lo que quiere llegar a ser.
Es parecido al "dime con quien andas". Nos asociamos con personas de nuestro estilo e ingerimos el material con el que queremos estar hechos.
Está demostrado que los creyentes padecemos menos ansiedad que los agnósticos y menos aún de los ateos. La dieta vegetarianas y los sistemáticos ayunos son una manera eficaz de liberarnos de tan terrible flagelo como es el nerviosismo. Yo envijecí prematuramente por culpa de un estado de tensión que ahora sé que dependía de mis creencias y de mi dieta.
El stress, el nerviosismo, la ansiedad, las contracturas, los calambres, la gastritis. Es un tormento permanente que nos vuelve la vida un infierno.
Todo lo que se pueda hacer para evitarlas, debe hacerse.
Todo es muy coherente: creer en Dios, amar a la naturaleza, no matar para comer, paz, bienestar.
No sé si el artículo lo critica o simplemente lo describe.
Es un verdadero problema y peor aún, un dilema. Cómo hacemos para vivir en el planeta, sin sacrificarnos y sin sacrificarlo. En la imagen usted parece criticar la lucha contra las emanaciones de gases tóxicos que todos sabemos que le dan trabajo a mucha gente.
¡Qué hacer!
Adoro el reino vegetal pero no soy vegetariana. Lo verde, las flores, los bosques: son un deleite.
Tengo recién 38 años y estoy muy cansada. Me siento como que ya tendría que tener derecho a mi jubilación. Quiero irme para mi casa, con mi perra, con mis pájaros, con mi televisor y haciendo algo de comer para cuando llegue mi esposo. Basta de discusiones, miradas agresivas, quejas insultantes. No aguanto más.
Los grandes pensadores y la mayoría de los genios han sido vegetarianos.
Por algo será.
Su interpretación me parece viciada por el fanatismo.
Usted tira un tema de reflexión interesante pero su argumentación es bastante caprichosa. No pasa de atar dos o tres coincidencias.
¡No sé si las plantas no están alteradas o nerviosas! ¿Conoce tan a fondo el Reino Vegetal?
Mi padre se pasaba repitiendo que somos lo que comemos, no sé si lo sacó de los chinos o de los japoneses. Si eso fuera cierto, yo tendría que admitir que soy un grasa muy picante.
¿Al final qué es lo que le conviene al capitalismo? ¿Gente sumisa o gente emprendedora y autosuficiente?
Soy vegetariana porque siento que no puedo huir.
Comer carne es poco femenino. ¿Quién se imagina, por ej, un hada comiendo asado?
Ayer soñé que era un pino y se incendiaba el bosque. Desperté todo transpirado.
Si reencarno que no sea en el Reino Vegetal. No puedo quedarme quieta ni un momento. Prefiero llevar una vida de perra.
Por lógica los carnívoros deben ser más pasivos que los vegetarianos porque tienen una digestión más lenta.
Entiendo que al capitalismo le sirve la competencia. No me parece que se vea favorecido con los vegetarianos.
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