Nuestra seguridad laboral aumenta si podemos ofrecer la satisfacción de necesidades y es menor si sólo podemos atender la satisfacción de deseos.
Nunca he hablado con gente que descree del libre albedrío como yo.
Quizá he intercambiado algunas ideas pero aún no sé qué piensan quienes dedican todo su esfuerzo a pensar en el determinismo.
Por eso mi suposición de que estamos totalmente determinados por factores ajenos a nuestro control (igual que el resto de las cosas —dotadas o no del fenómeno vida—, del universo), se va confirmando a medida que pasa el tiempo sin cruzarme con ideas opuestas y convincentes.
En varios artículos (1) he mencionado cómo el fenómeno vida (que nos diferencia de los objetos inanimados) depende de las molestias que padecemos a causa de las necesidades y deseos.
Con estas premisas, observemos algo de lo que ocurre con la oferta y la demanda, tratando de encontrar explicaciones para nuestros vínculos laborales, afectivos, afectivos.
Las necesidades son específicas: el hambre demanda comida, el frío demanda abrigo, la intemperie demanda vivienda, el miedo demanda protección, el exceso de trabajo demanda colaboración.
Los deseos no son específicos: el deseos de dibujar demanda papel y lápiz, o aprendizaje con profesores, o concurrir a museos, o comprar cuadros, o leer biografías de grandes maestros, o crear una galería de arte que se dedique al trato profesional con artistas y compradores. La lista puede ser muy extensa.
Estas reflexiones nos permiten suponer que tendremos más probabilidades de ser requeridos (demandados, solicitados, contratados, empleados) si somos capaces de satisfacer adecuadamente necesidades y que nuestra capacidad para satisfacer deseos probablemente vaya acompañada de una mayor inestabilidad en los vínculos (laborales, afectivos, familiares).
En cualquier caso, los vínculos se establecen para satisfacer necesidades y/o deseos, aunque los idealistas demoran un poco más en aceptarlo.
(1) Vivir duele
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12 comentarios:
Imaginemos el caso de una secretaria personal.
Qué le dará mayor estabilidad en el trabajo, la satisfacción de necesidades o la satisfacción de deseos de su jefe?
Mmmm, esta puede ser la excepción que justifica la regla.
EL EXCESO DE TRABAJO DEMANDA LA CONTRATACIÓN DE MÁS EMPLEADOS.
Lo que dijo Ernesto me llevó a asociar lo siguiente: las empresas de transporte colectivo en nuestro país (Uruguay) deben poner más unidades en algunas líneas y horarios pico.
A los pasajeros se nos pide la "colaboración" de apretujarnos lujuriosamente unos contra otros. Resulta que los malos de la película somos nosotros si alguien no puede treparse al rodado.
Los pasajeros estamos hartos de volver del trabajo cansados y terminar el día asfixiados en un medio de transporte.
Como la mayoría de los usuarios no podemos hacerles paro porque no podemos prescindir del servicio, seguimos entrampados.
De lo que ud dice yo saco la conclusión de que tiene más posibilidades de mantener su trabajo el que hace caso a su necesidad de ganarse el sustento y no al deseo de mandar todo al diablo.
Hay mujeres que satisfacen un deseo y son buenas.
Hay mujeres que satisfacen muchos deseos y son mejores.
Hay mujeres que satisfacen todas las necesidades. Esas son las imprescindibles.
El miedo no demanda nada porque te paraliza.
En el trabajo a veces nos vemos enfrentados a situaciones conflictivas; por ej. cuando tenemos que optar entre satisfacer la necesidad de la institución para la que trabajamos, o la necesidad del cliente.
Lo que dice Rosana es absurdo. La única forma de mantener un trabajo es satisfacer las necesidades de la institución que te contrata. Cuál es el conflicto?
Estoy de acuerdo contigo Fernando. Lo que da estabilidad a una pareja es la satisfacción de necesidades (afectivas, económicas). La satisfacción de deseos puedes hacerla efectiva de múltiples maneras.
Quiero aclararte que no me refiero a la satisfacción del deseo sexual, porque desde mi punto de vista este se enmarca dentro de la necesidad afectiva de la pareja.
Yo soy requerida porque lo hago muy bien, Licenciado...
Mi deseo de ser astronauta no era compatible con la ansiedad de mi madre.
Dice una canción que un amigo es una luz brillando en la oscuridad.
Yo preciso tener un millón de amigos... Es que siempre me dicen que mis pensamientos son oscuros. Y yo me pregunto, podrán los amigos iluminarte el pensamiento? Me han dicho que para eso alcanza con uno solo, pero que pocas veces te topás con un amigo así en la vida.
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