Los empleadores buscan profesionales, no por lo que sepan más que otros, sino porque posiblemente sean personas maduras intelectual y emocionalmente.
La gente estudiosa, desde mediados del siglo 19 para acá, suele tener mejores remuneraciones que los no estudiosos.
Según la capacidad de cada uno (talento), los no estudiosos acceden a resultados buenos y muy buenos, cuando trabajan solos o tomando personal a su cargo (empleador).
Por el contrario, los no estudiosos que trabajan en relación de dependencia (como empleados) tienen resultados promedialmente menores a quienes han estudiado y poseen algún título de niveles secundario (educación media, liceo) o terciario (educación universitaria).
Las empresas dedicadas a la selección de personal (y la población en general) puntúan mejor a los postulantes estudiosos, provistos de títulos habilitantes, suponiendo que estos candidatos saben más que los no profesionales.
En otras palabras, parecería ser que tener un título de contador, economista, abogado, informático, significa poseer muchos conocimientos sobre la especialidad de cada uno.
Ahora le pido permiso para exagerar un poco. Le aseguro que no abusaré de su autorización.
No es cierto que el mayor valor que (supuestamente) tienen los trabajadores profesionales provenga de lo que saben.
Lo que sí es cierto es que los profesionales (supuestamente) son más obedientes que los trabajadores que han aprendido lo que saben por su propia cuenta y gana.
Los liceos y universidades están entregando egresados que han podido tolerar la insoportable frustración de aprender algo que no les gusta, de repetir como propio algo con lo que están en desacuerdo, de cumplir horarios incómodos, rígidos. Han perdido exámenes y perseveraron.
No importa casi nada lo que sepan porque capacitar a un trabajador es fácil y económico.
Lo que no se puede generar tan fácilmente es la madurez intelectual y emocional de los futuros colaboradores.
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8 comentarios:
Sí, creo como tú, que cuanto más tiempo se permanece dentro de la educación formal, más disciplinado se vuelve el sujeto, con los aspectos positivos y negativos que esto conlleve.
Pah! Los militares deben ser re-maduros!
A mí nadie me va a bardear para hacerme madurar.
No me quedó claro si los empleadores buscan gente madura o sumisa.
Los no estudiosos se olvidan que hay que tener talento para triunfar.
Para qué piden título? Que pidan libreta de matrimonio.
Ud puede abuzar de mi autorización todo lo que quiera...
La carrera de sanitario debería ser bien larga y difícil; a ver si aprenden a cumplir y a llegar en hora!
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