Los pobres son una parte de la humanidad tan imprescindible para conservar la especie como la perpetua insatisfacción es imprescindible para conservar al individuo.
En otro artículo (1) hacía una comparación entre un individuo y un colectivo de individuos, indicando que existen elementos comparables entre el funcionamiento de uno de nosotros y un grupo de personas.
Brevemente, la idea es que en un grupo,
— algunos producen sustancias alimenticias (materias primas tales como vegetales, carnes) para alimentarnos y de forma similar, nuestra boca mastica alimentos para que el estómago y el intestino extraigan lo que necesitamos para reponer energías;
— algunos procesan esos alimentos (las industrias dedicadas a la preparación y venta de alimentos prontos para ser comidos) y de forma similar, nuestro estómago digiere lo que recibe de la boca para extraer lo que el cuerpo necesita para reponer energías;
— algunos limpian, acumulan y retiran residuos del proceso industrial y de los preparados hogareños y de forma similar, nuestro intestino acumula y prepara para evacuar los elementos carentes de sustancias proveedoras de energía.
Continúo con esta comparación entre individuo y colectivo, pero ahora para observar una correlación de ambos desde el punto de vista de las necesidades y deseos que nos ponen en actividad para conservar el fenómeno vida.
Dije en otros artículos (2) que los deseos (estudiar, divertirnos, viajar) existen porque en nuestra infancia dejamos de recibir los servicios completos que nos proveyó nuestra madre (falta, corte del cordón umbilical, castración), dentro del útero durante 40 semanas y fuera de él durante los primeros 18 meses.
Pues bien, la pobreza es la característica colectiva que equivale a nuestra sensación de carencia (falta) y por eso son los pobres quienes mantienen el fenómeno vida de la especie así como son nuestras insatisfacciones las que mantienen el fenómeno vida en cada individuo.
(1) Huelga de vagos por tiempo indeterminado
El paradójico negocio de ayudar
La vida es placentera gracias a la placenta
(2) Vivo con ella porque es mi madre
Los ciudadanos con pañales
El acoso del deseo
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8 comentarios:
Cierre el blog y deje las cosas como están; no sea que vaya a alterar el orden natural de las cosas.
Sus argumentos sirven para justificar que exista un porcentaje de población sumergida. No estoy de acuerdo.
No es necesario que existan pobres para que a nivel de colectivo existan carencias. Carencias siempre van a existir, tanto a nivel grupal como individual. Eliminar la pobreza, nos permitirá abordar otras carencias. La calidad de vida siempre es mejorable.
No tengo ninguna insatisfacción; sabido es que la vida es una mierda.
Si comparamos al individuo con el colectivo, podemos constatar la impuntualidad de ambos.
Seguramente el concepto de pobreza de los dinamarqueses es distinto del de los haitianos. La idea es que en todo el mundo los pobres sean como los pobres de dinamarca.
El fenómeno vida de la especie se mantiene porque la mayoría de los individuos buscan reproducirse.
Si me tiro en la cama y prendo la TV, mis necesidades y deseos tienden a cancelarse.
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