sábado, 26 de marzo de 2011

La mediocridad contagiosa

Viajar a ciertas regiones implica vacunarnos contra nuevas enfermedades; visitar lugares nevados implica abrigarnos y usar lentes oscuros; estar con gente mediocre, inmadura o resignada, también requiere tomar precauciones.

El refrán «Dime con quién andas y te diré quién eres» lo he comentado varias veces en estos blogs (1), especialmente para referirme al obstáculo que constituyen ciertas amistades que tienen intereses, actitudes y estilos de vida que no querríamos imitar.

También he comentado cómo debería ser una familia que teóricamente (según el psicoanálisis) funcione bien (2).

Con ambas ideas podemos formar una tercera, de la cual hablaré a partir de aquí.

Si los amigos de nuestro hijo tienen padres divorciados, que no paran de hacerles regalos y consentirlos como forma de inducir en cada niño una preferencia por conveniencia (soborno, chantaje, adulación), la inmadurez afectiva e intelectual (propia de su edad) de nuestro hijo lo llevará a suponer que tener padres que se aman es una desgracia.

Apartarse de las personas tóxicas —porque su compañía puede inducirnos conductas que nos lleven a elegir estilos de vida mediocres—, no siempre es necesario aunque sería lo ideal.

Cuando el apartamiento definitivo de estas amistades no sea posible, es muy importante tener en cuenta que estamos en un lugar riesgoso.

Por ejemplo, si vamos a viajar a una cancha de esquí, seguramente llevaremos vestimenta abrigada y también lentes oscuros, porque la irritación ocular que nos provocarán los rebotes en la nieve de la luz solar, nos quitarán gran parte del placer del paseo.

Lo mismo ocurre cuando viajamos a lugares donde existen enfermedades que solo conocemos por referencias. Para esos casos tendremos que darnos las vacunas que nos mantengan a salvo.

En suma: disminuiremos los riesgos de contraer mediocridad, irresponsabilidad, resignación y pobreza patológica, si tomamos precauciones suficientes.

(1) Dime con quién andas y sabré tu patrimonio

Adular no tiene precio (es des-preciable)

En todo tiempo pasado fui peor


(2) La normalidad teórica (aunque posible)


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10 comentarios:

Ma. Eugenia dijo...

Quiero imitar un estilo de vida que me queda grande. Qué puedo hacer doc?

Margarita dijo...

Boogie el aceitoso no necesitaba alejarse de nadie, pero no sirve como ejemplo a seguir, es un tipo al que todo le resvala.

Milton dijo...

-Hay mucha mediocridad...
-Sí, cada vez estamos peor
-No, digo que hay mucha mediocridad, aquí, adentro mío- dijo Candela golpeándose con el puño el corazón.

Lola dijo...

Yo me hago vacunar antes de salir del país, y apenas llego a mi nuevo destino.

Martín dijo...

Vivo en alerta roja.

Marcia dijo...

Y uds los psicólogos, que tienen que ayudar a tantas personas tóxicas, cómo hacen?

Adriana dijo...

Es imposible evitar que nuestro hijo tenga amigos de padres divorciados. Todos los niños tienen padres divorciados; nuestro hijo también.

Lucas dijo...

Adriana tiene razón, tener padres que se aman es algo que uno tiene que ocultar por la envidia y el mal de ojo.

Canducha dijo...

Las amistades tóxicas no tienen apartamentos definitivos porque son de esos a los que les viven dando el desalojo.

Luis dijo...

APARTAMENTOS DEFINITIVOS NO!!!
Apartamientos definitivos.
Pero Canducha...!