sábado, 6 de abril de 2013

El buen trato entre opositores



 
Los compradores y los vendedores son personas que están básicamente en desacuerdo, pero sin embargo no se golpean.

Un mercado es un lugar donde se encuentran personas que opinan de manera diferente. Si no fuera porque están en desacuerdo no podría ocurrir que uno vendiera y el otro comprara el mismo objeto.

Como he mencionado en otros artículos (1), el que vende «quiere abandonar la mercadería» mientras que el comprador «quiere apoderarse de ella».

En términos exagerados y metafóricos podríamos decir que la mercadería cambia de manos porque uno la odia (la vende) y el otro la ama (la compra).

¿Por qué si los participantes de un mercado son personas que están básicamente en desacuerdo, no se golpean todos los días?

Mi respuesta es que no se golpean porque el egoísmo de cada uno de los «enemigos» los mantiene a raya, disciplinados, autocontrolados.

En una discusión normal, el que quiere sacarse de encima la mercadería que tiene (vendedor) debería demostrar que efectivamente no la quiere, esto es, la entregaría gratis, pero la cobra porque observa que el comprador la quiere, la desea, la ama. El precio que el vendedor le pide al comprador es proporcional al deseo de este: si demuestra mucho interés aumenta el precio y si ya están sobre la hora de cerrar el mercado y los supuestos compradores merodean con aparente desinterés, el precio del egoísta vendedor baja hasta niveles insólitos.

Tanto se sabe del ser humano que a esta altura la fijación de precios es calculada por una computadora.

Las empresas de aviación, para no viajar con asientos vacíos, pueden venderlos a la décima parte de lo que cuestan normalmente. Mientras vuelan, los pasajeros que pagaron precios tan diferentes se miran con envidia o con desdén, pero por el egoísta temor a caer no se golpean.

   
(Este es el Artículo Nº 1.841)

9 comentarios:

Adriana dijo...

El instinto de conservacion no es lo que en terminos coloquiales llamamos egoismo. Adaptarnos a la sociedad en la que vivimos, usando como mediador el dinero, tampoco es lo que normalmente entendemos por egoismo. Por que cambiar el significado de las palabras?

Norma dijo...

Es posible que tomando en cuenta el significado original de las palabras, lleguemos a entender el origen de comportamientos y de ideas que a lo largo del tiempo se han resignificado.

Hugo dijo...

Si llevamos al termino mas simple de amor y odio hacia la mercaderia, el hecho de la compra-venta, podemos estar partiendo de una base equivocada, que afectara todo el desarrollo posterior.

Olga dijo...

Propongo partir del supuesto de que el Licenciado arranca con una hipotesis adecuada. Deshacerse de algo puede ser una metafora del odio. Apropiarse de algo puede serlo del amor. Mas alla de que podemos disutir hasta el cansancio estas formas de concebir el amor y el odio, si las tomamos como buenas, podemos concluir junto con Mieres que personas con intereses opuestos pueden negociar -dado que cada uno de ellos vela por su propio interes- sin llegar a la violencia.






d

Gabriela dijo...

El desacuerdo entre comprador y vendedor es secundario a un rol que cada uno juega de manera pautada. Por eso no se desencadena la violencia.

Filisbino dijo...

Cuando dos personas se comunican se da un fenomeno esimilar al de la compra-venta. Uno vende su palabra (el que comienza a hablar)y el otro que escucha la compra, para luego invertir inmediatamente los papeles, y asi continua hasta que concluye el dialogo. De esa manera las personas, mas alla de que se entiendan o no, dialogan. Los golpes empiezan cuando el dialogo se corta.

Martina dijo...

La conclusion que yo saco es que se puede vivir en desacuerdo pero sin violencia.

Alvaro dijo...

Los participantes de un mercado no se golpean todos los dias porque cada uno defiende su interes.

Eladia dijo...

Si en un matrimonio uno de conyuges, o ambos, se golpean, no son capaces de defender de manera egoista su propio interes.