Los compradores y los vendedores son personas que están básicamente en desacuerdo, pero sin embargo no se golpean.
Un mercado es un lugar donde se
encuentran personas que opinan de manera diferente. Si no fuera porque están en
desacuerdo no podría ocurrir que uno vendiera y el otro comprara el mismo
objeto.
Como he mencionado en otros
artículos (1), el que vende «quiere abandonar la mercadería» mientras
que el comprador «quiere apoderarse de ella».
En términos exagerados y metafóricos podríamos decir que la mercadería
cambia de manos porque uno la odia (la vende) y el otro la ama (la compra).
¿Por qué si los participantes de un mercado son personas que están
básicamente en desacuerdo, no se golpean todos los días?
Mi respuesta es que no se golpean porque el egoísmo de cada uno de los
«enemigos» los mantiene a raya, disciplinados, autocontrolados.
En una discusión normal, el que quiere sacarse de encima la mercadería
que tiene (vendedor) debería demostrar que efectivamente no la quiere, esto es,
la entregaría gratis, pero la cobra porque observa que el comprador la quiere,
la desea, la ama. El precio que el vendedor le pide al comprador es
proporcional al deseo de este: si demuestra mucho interés aumenta el precio y
si ya están sobre la hora de cerrar el mercado y los supuestos compradores
merodean con aparente desinterés, el precio del egoísta vendedor baja hasta
niveles insólitos.
Tanto se sabe del ser humano que a esta altura la fijación de precios es
calculada por una computadora.
Las empresas de aviación, para no viajar con asientos vacíos, pueden
venderlos a la décima parte de lo que cuestan normalmente. Mientras vuelan, los
pasajeros que pagaron precios tan diferentes se miran con envidia o con desdén,
pero por el egoísta temor a caer no se golpean.
(Este es el Artículo Nº 1.841)
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9 comentarios:
El instinto de conservacion no es lo que en terminos coloquiales llamamos egoismo. Adaptarnos a la sociedad en la que vivimos, usando como mediador el dinero, tampoco es lo que normalmente entendemos por egoismo. Por que cambiar el significado de las palabras?
Es posible que tomando en cuenta el significado original de las palabras, lleguemos a entender el origen de comportamientos y de ideas que a lo largo del tiempo se han resignificado.
Si llevamos al termino mas simple de amor y odio hacia la mercaderia, el hecho de la compra-venta, podemos estar partiendo de una base equivocada, que afectara todo el desarrollo posterior.
Propongo partir del supuesto de que el Licenciado arranca con una hipotesis adecuada. Deshacerse de algo puede ser una metafora del odio. Apropiarse de algo puede serlo del amor. Mas alla de que podemos disutir hasta el cansancio estas formas de concebir el amor y el odio, si las tomamos como buenas, podemos concluir junto con Mieres que personas con intereses opuestos pueden negociar -dado que cada uno de ellos vela por su propio interes- sin llegar a la violencia.
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El desacuerdo entre comprador y vendedor es secundario a un rol que cada uno juega de manera pautada. Por eso no se desencadena la violencia.
Cuando dos personas se comunican se da un fenomeno esimilar al de la compra-venta. Uno vende su palabra (el que comienza a hablar)y el otro que escucha la compra, para luego invertir inmediatamente los papeles, y asi continua hasta que concluye el dialogo. De esa manera las personas, mas alla de que se entiendan o no, dialogan. Los golpes empiezan cuando el dialogo se corta.
La conclusion que yo saco es que se puede vivir en desacuerdo pero sin violencia.
Los participantes de un mercado no se golpean todos los dias porque cada uno defiende su interes.
Si en un matrimonio uno de conyuges, o ambos, se golpean, no son capaces de defender de manera egoista su propio interes.
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