Para quienes se sienten inhibidos por tener malas
intenciones, es alentador saber que algunos exitosos personajes también las
tienen.
Mi intención es escribir y comunicar mediante
videos algunas ideas que no están en otros sitios. Me dirijo a cualquiera que
intente apartarse de lo habitual, a cualquiera que busque lo infrecuente,
especialmente a quienes no buscan más de lo mismo.
Reparemos qué dice el Diccionario de la Real
Academia Española de la palabra «sublimar» (1):
1) Engrandecer, exaltar, ensalzar o poner en altura.
2) Pasar directamente del estado
sólido al de vapor.
También observemos que dice el
mismo diccionario de la palabra «sublime» (2):
1) Excelso, eminente, de elevación extraordinaria. (Usase también para) cosas morales o
intelectuales. Se dice especialmente de las concepciones mentales y de las
producciones literarias y artísticas o de lo que en ellas tiene por caracteres
distintivos grandeza y sencillez admirables. Se aplica también a las personas. Orador, escritor, pintor sublime.
En psicología se denomina «sublimar» a la conversión, al
reciclaje, de nuestras peores intenciones en otras socialmente aceptadas y
legalmente no castigables. En otras palabras, sublimar es convertir en
aparentemente bueno lo aparentemente malo que hay en nosotros.
Por
ejemplos:
— un
homicida serial de nacimiento, puede sublimar su vocación aparentemente mala
hacia otra aparentemente buena, volcándolo apasionadamente hacia la cirugía;
— un perverso
fundamentalista, que no concibe la sexualidad reproductiva sino que solamente
se complace con parafilias (animalismo, fetichismo, pedofilia), puede dedicarse
al sacerdocio haciendo girar sus aparentemente malas intenciones hacia otras
que son aparentemente buenas.
Este
artículo tiene por objetivo señalar que aun cuando usted esté preocupado e
inhibido por sus malas intenciones, por sus sentimientos negativos,
condenables, delictivos, es posible pensar que probablemente (no seguramente),
respetables personajes de su conocimiento y semejantes a usted, han logrado
convertir en aceptables sus aparentemente malas intenciones.
(Este es el Artículo Nº 1.860)
●●●
No hay comentarios:
Publicar un comentario