La mujer que sostienen
económicamente a un hombre desearía haber nacido varón para no frustrar a sus
padres.
Según las estadísticas, que figuran en
Internet, hay muchos más ricos que ricas. Parecería ser que el poderío
económico elige al sexo masculino mientras que las mujeres sólo
excepcionalmente disponen de grandes fortunas.
Sin embargo, es relativamente frecuente la
existencia de
«vividores», entendiendo por tales a los varones que se las ingenian para ser
mantenidos por alguna mujer.
El adjetivo «vividor» quizá no se entienda en algunos
pueblos, pero el Diccionario de la Real Academia nos agrega otros de uso más
universal: Sableador, gorrón, parásito, aprovechado.
¿Qué puede
influir en una mujer para que dedique su esfuerzo a mantener a un parásito que
se aprovecha abusivamente de ella?
Una
hipótesis psicoanalíticamente aceptable es la siguiente:
Cuando un
hombre y una mujer fecundan a un nuevo ser pueden estar ilusionados con una
determinada expectativa en cuanto al sexo que tendrá el hijo.
Durante
milenios, y en casi todos los pueblos, el sexo preferido fue el masculino.
Desde mi punto de vista esta preferencia estuvo favorecida porque son varones
quienes «mueren por la patria», sobre todo cuando los reyes, tiranos y
gobernantes fueron tan belicosos que vivían en guerra contra algún otro pueblo.
Si esto
fuera cierto, el privilegio de ser el hijo preferido de los padres más
obsecuentes para con los gobernantes tiene una contracara trágica, esta es, la
muerte violenta y prematura como carne de
cañón de los líderes guerreros.
Algunas
niñas de esas culturas machistas
pueden anhelar inconscientemente ser varones. Para gozar con esa fantasía las
vemos viviendo con un varón que actúa como la
mantenida de un hombre rico.
Es
probable que la mujer que sostiene económicamente a un hombre deseara haber
nacido varón para no frustrar a sus padres.
(Este es el Artículo Nº 1.980)
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