viernes, 12 de abril de 2013

El origen divino de las riquezas materiales



 
Una hipótesis remotamente posible dice que las riquezas materiales son, para el inconsciente de algunas personas, excrementos de Dios.

Aunque existan miles de libros sobre los diferentes temas, tenemos que reconocer humildemente que no sabemos casi nada.

El dinero y las diferentes calidades de vida que tenemos personas semejantes, seguramente están justificados por algún motivo o por miles de motivos, pero no sabemos, no sabemos, no sabemos, cuales son, a ciencia cierta. Apenas podemos proponer ideas con diferente grado de asertividad, según cuán convencido esté cada teórico, pero eso sí: el grado de convicción es inversamente proporcional al realismo del que disponga, es decir, cuanto más seguros demostremos estar de nuestras ideas, más alejados de la realidad nos encontramos.

Una idea que tiene más de un siglo de vigencia dice que el dinero, los niños y los regalos están, en nuestro inconsciente, asociados a los excrementos fecales.

Esta idea, sentimiento, suposición de los psicoanalistas, nos llevan a pensar, por ejemplo, que la avaricia es una forma de constipación o que el despilfarro es una forma de incontinencia (encopresis, defecación involuntaria).

Como la locura se caracteriza por la liberación de los contenidos inconscientes solemos enterarnos de cómo somos los humanos escuchando atentamente el extraño discursos de los psicóticos, pues ellos dicen lo que todos ignoramos de nosotros mismos.

Es probable que en el mundo mágico de la religiosidad anide la extraña creencia inconsciente en que las riquezas materiales para los humanos son en realidad excrementos fecales de Dios.

Esta idea no deberíamos enunciarla por lo disparatada y hasta por veneración a tan importante entidad.

Si esto fuera cierto podría decirse, como hipótesis ligeramente probable, que los pobres, inconscientemente, rechazan la riqueza material porque no aceptan lo que Dios desecha, mientras que, por el contrario, los ricos aceptan esos desechos (excrementos).

(Este es el Artículo Nº 1.847)

3 comentarios:

Norton dijo...

Aceptar lo que Dios desecha es lo que hace el enamorado no correspondido.

Nazareth Inglese dijo...

entre la incontinencia
y la constipación...
entre esos caminos
ando yo.

Anónimo dijo...

La pobreza, la necesidad y la carencia, son quienes te llevan a aceptar los desechos.
Quien se siente colmado y lleno, no recoge los desechos.