domingo, 27 de octubre de 2013

La influencia de Manolito de Mafalda


Manolito, al ser un anti-héroe de la tira cómica Mafalda, desalienta el deseo de prosperidad económica de sus lectores.

Las tiras cómicas forman parte de nuestro ecosistema.

Así como vivir en una zona muy calurosa y húmeda hace difícil la actividad física y mental; así como vivir en una zona muy fría, con largos inviernos y pocos períodos de luz solar hacen difícil una vida al aire libre, la influencia de las tiras cómicas también favorecen, o desfavorecen, ciertas conductas.

Si de mí dependiera honrar a connotadas personalidades estoy seguro que el monumento a Quino ocuparía un lugar de privilegio en mi ciudad.

Este increíble filósofo del siglo 20 y 21 nos está influyendo tanto o más que aquellos generales que cambiaron la historia a balazos.

Lo gracioso en la tira cómica Mafalda ocurre porque Quino nos muestra un reflejo de cómo somos. Él nos dibuja hasta en nuestras intenciones más profundas. Quizá nuestra madre nos conoce menos que él, por eso muchos de nosotros lo amamos entrañablemente.

En este blog tendrían cabida muchos temas, por su directa o indirecta vinculación con «El dinero y la pobreza patológica», pero solo haré una breve mención al personaje que más explícitamente trata los asuntos de «dinero»: Manolito.

En casi toda la cultura hispanoparlante, iberoamericana, los gallegos constituyen un modelo de gente trabajadora, ahorrativa y escasamente culta.

Tomando como referencia a los inmigrantes que llegaron a América en la primera mitad del siglo 20, suponemos que son toscos, brutos, trabajadores incansables, amarretes, incapaces de cometer delitos, muy religiosos, económicamente prósperos porque se los considera trabajadores tan incansables como hormigas.

La ubicación de Manolito en la tira cómica es la de un anti-héroe. Pocos lectores desearían identificarse con él, por eso considero que esta tira cómica desalienta la prosperidad económica de sus incondicionales lectores.

(Este es el Artículo Nº 2.045)


1 comentario:

Julia. dijo...

Es lindo leerlo, Doc.