Manolito, al ser un
anti-héroe de la tira cómica Mafalda, desalienta el deseo de prosperidad
económica de sus lectores.
Las tiras cómicas forman parte
de nuestro ecosistema.
Así como vivir en una zona muy
calurosa y húmeda hace difícil la actividad física y mental; así como vivir en
una zona muy fría, con largos inviernos y pocos períodos de luz solar hacen
difícil una vida al aire libre, la influencia de las tiras cómicas también
favorecen, o desfavorecen, ciertas conductas.
Si de mí dependiera honrar a
connotadas personalidades estoy seguro que el monumento a Quino ocuparía un
lugar de privilegio en mi ciudad.
Este increíble filósofo del
siglo 20 y 21 nos está influyendo tanto o más que aquellos generales que
cambiaron la historia a balazos.
Lo gracioso en la tira cómica
Mafalda ocurre porque Quino nos muestra un reflejo de cómo somos. Él nos dibuja
hasta en nuestras intenciones más profundas. Quizá nuestra madre nos conoce
menos que él, por eso muchos de nosotros lo amamos entrañablemente.
En este blog tendrían cabida
muchos temas, por su directa o indirecta vinculación con «El dinero y la
pobreza patológica», pero solo haré una breve mención al personaje que más
explícitamente trata los asuntos de «dinero»: Manolito.
En casi toda la cultura hispanoparlante, iberoamericana, los gallegos
constituyen un modelo de gente trabajadora, ahorrativa y escasamente culta.
Tomando como referencia a los inmigrantes que llegaron a América en la
primera mitad del siglo 20, suponemos que son toscos, brutos, trabajadores
incansables, amarretes, incapaces de cometer delitos, muy religiosos,
económicamente prósperos porque se los considera trabajadores tan incansables
como hormigas.
La ubicación de Manolito en la tira cómica es la de un anti-héroe. Pocos
lectores desearían identificarse con él, por eso considero que esta tira cómica
desalienta la prosperidad económica de sus incondicionales lectores.
(Este es el Artículo Nº 2.045)
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1 comentario:
Es lindo leerlo, Doc.
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