lunes, 8 de abril de 2013

El éxito de los buenos padres de familia




Los individuos o empresas mejor posicionados en el mercado son considerados «buenos padres (o madres) de familia». Este dato es fundamental.

Para el diccionario de nuestra lengua, la palabra «cliente» significa lo que todos sabemos:

«Persona que utiliza con asiduidad los servicios de un profesional o empresa»,

pero también significa lo que pocos sabemos:

«Persona que está bajo la protección o tutela de otra».

Esta segunda acepción tuve que aprenderla cuando estudié psicología, porque nunca falta algún capitalista radical que a los pacientes los denomina «cliente», para asegurarse de que los anti-capitalistas (de los cuales están llenas todas las universidades), pondrán el grito en el cielo.

Fue entonces que tuve que reconocer que los capitalistas tenían tanta razón como los socialistas, coincidencia esta que mantengo en absoluta reserva para que uno y otro bando no se traben en lucha y yo quede en el medio para pagar los platos rotos.

A partir de esa definición de «paciente-cliente» creo que es posible entender que consiguen trabajo aquellas personas que podrían ser «buenos padres de familia».

Este concepto de «buen padre de familia» tiene siglos de antigüedad y continúa vigente a pesar de que hoy debería decir «buen padre o buena madre de familia».

Se lo encuentra presente en los estudios referidos al derecho civil sobre contratos y obligaciones.

A la hora de determinar las causas, responsabilidades y culpas en los incumplimientos de los contratos, están previstos varios criterios para juzgar si el incumplidor actuó como «un buen padre de familia» o pecó de negligente, descuidado, omiso, irresponsable.

De hecho existe un contrato generalmente verbal entre un cliente-paciente y un proveedor de bienes o servicios.

Los individuos o empresas mejor posicionados en el mercado lo son porque están considerados «buenos padres (o madres) de familia». Por lo tanto, es dato es clave.

   
(Este es el Artículo Nº 1.843)

8 comentarios:

Damián dijo...

SEría interesante conocer el recorrido que hizo la palabra cliente para dejar en desuso la acepción de ¨buen padre de familia¨. Como primera impresión parecería que las actividades comerciales se fueron deshumanizando.

Aldo dijo...

Creo que no hace falta argumentar el hecho de que existen innumerables empresas bien posicionadas en el mercado, que no protegen a sus clientes.

Gloria dijo...

Algunas empresas pequeñas y medianas cuidan a sus clientes. En las empresas grandes es más difícil que se de, me parece.

Rubén dijo...

Tanto para conseguir trabajo como para ofrecerlo, hay que tenerle consideración al cliente.

Norton dijo...

Muchos contratos son poco claros y esto va en desmedro de la parte más débil.

M. Eugenia dijo...

¿Cuál es el contrato verbal al que se refiere?

Evaristo dijo...

El prestigio de una marca, por ej., no siempre garantiza un buen producto y/o un buen servicio. Son un conjunto de factores los que se aúnan para que eso suceda.

Olga dijo...

Entre cliente-paciente y analista sí hay un contrato verbal, pero entre un porveedor y su cliente, depende; además muchas veces genera problemas.