martes, 5 de noviembre de 2013

La homosexualidad de los jefes


Así como algunos varones se imaginan violados por sus jefes, estos también imaginan que violan a sus subordinados.

En  otro artículo (1) digo textualmente: “El inconsciente de algunos varones supone que, si produce bajo las órdenes de otro, este lo está violando y embarazando”.

No debería descartar demasiado la posibilidad de que este mismo fenómeno ocurra con la psiquis de las mujeres. Las trabajadoras en relación de dependencia pueden tener fantasías sexuales con su jefe y también con su jefa.

Observemos que ambos sexos somos tan diferentes, (en varios artículos [2] he llegado a proponer que nos estudiemos como si fuéramos especies distintas), que las homosexualidades también se diferencian.

Efectivamente, los varones podemos practicar sexo anal tanto con una mujer como con un hombre. Esta posibilidad, habilitada por tener un genital pene-trante, no está entre las mujeres. Por lo tanto, cuando un hombre penetra analmente, no tiene muy claro si lo está haciendo en términos homosexuales o heterosexuales.

La homofobia suele interpretarse como una heterosexualidad radical. Quienes se muestran muy intolerantes con quienes ejercen esa opción se imaginan muy viriles, pero el antipático psicoanálisis lo niega moviendo la cabeza: «No eres demasiado viril, más bien le temes a ser demasiado homosexual y que los demás nos demos cuenta».

En base a estas consideraciones, incluyendo lo que comenté en el artículo anteriormente mencionado (1) y a cómo tendríamos que interpretar el fascinante sexo anal, ahora podríamos agregar que las personas que se postulan para cargos de dirección podrían tener las fantasías complementarias a las que tienen algunos subordinados.

Dicho de otro modo: si algunos varones padecen la inconsciente sensación de ser violados por quien los hace producir (jefe, líder, capataz), quienes ejercen, o desearían ejercer, estos roles también pueden tener fantasías homosexuales de penetrar analmente a trabajadores de su mismo sexo.





(Este es el Artículo Nº 2.054)


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