Cuanto MENOS
tiempo haya entre la compra y la venta, más rápido se incrementará el capital
con la ganancia (oro).
Para quienes dicen que, gracias a los avances científicos, hemos ganado
en longevidad, Benjamin Franklin, en pleno siglo 18, vivió 84 años.
Pero este señor estuvo presente en mis primeros años de vida y aprendí
muchas cosas dichas por él, creyendo que eran buenas para mí y para mi familia.
Tan mal no me ha ido, pero quizá fue por otros motivos.
Él era una persona que amaba el trabajo, la productividad, la
disciplina, la riqueza, igual que yo. Él comenzó a trabajar con el padre a los
12 años y yo lo hice a los 10, aunque no sé aún si ayudaba o molestaba. Lo
cierto es que yo creía que ayudaba, se me ampollaban las manos usando una
tijera para cortar gamuza y me iba a dormir muy cansado.
Tengan presente que en 1954 no existía la televisión para los
uruguayos. Quizá sea por eso que actualmente uso más la radio que la caja boba.
Según parece, fue Benjamin
Franklin quien inventó la frase «El tiempo es oro», de la cual quería hacerles
un comentario, porque se me ocurre que no es tan obvia como aparenta.
En general, se la enuncia a quienes pierden mucho tiempo, o
«matan el tiempo» en tareas improductivas, o se aburren por la inactividad, o
postergan indefinidamente la ejecución de las tareas que tienen asignadas.
Intuitivamente, si alguien creyera que «El tiempo es oro»,
quizá se preocuparía tanto por no perderlo como de no perder un anillo o una
Libra Esterlina.
Creo que la mejor aplicación de la frase refiere a la
compra-venta.
Cuanto menos
tiempo haya entre la compra y la venta, más rápido se incrementará el capital
con la ganancia (oro).
(Este es el Artículo Nº 2.011)
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